lunes, 11 de marzo de 2013

“Lado”.


¡Oh, amor! ¡Cómo aprendí a mirar de lado!
A voltear la vista de a poco hasta que mi cabeza girada se convirtió en señal para el viento.
Me enseñé a mirar de izquierda porque ya hacía tiempo mi boca muda había olvidado cómo hablarte y mi corazón cegado de nostalgia se había cambiado de lado también.
Ignoré lo que había delante de mí porque tus ojos callados siempre me ignoraban y hacía  mucho tiempo que mi mano no sentía el tacto de la tuya.
Lo único que me quedaba era un oído sediento de ti.
Aprendí a mirar de lado para no volverme sorda también .
Me formé en ese arte porque te extrañaba.
Miré de lado tantas veces sin escucharte latir, aunque inclinaba mi oreja hacia tu pecho.
Estuve de lado mucho tiempo sin escuchar un “te quiero”.
Aprendí a mirar de lado tanto, que mi cuerpo comenzó a girarse de aquella forma hasta darte la espalda. 

domingo, 6 de enero de 2013

"Claro".

Canta cielo mío,
que  el día se aclara en los ojos,
y yo estoy ciega de espera y  amor.
Hierve el silencio y hazme un té con su vapor.
Amargo por tus lágrimas,
suave ente, de ternura y dolor.
Canta, que mis oídos sollozando tu pena,
aún dormidos te escucharán,
puede que al amanecer se duerman,
cansados de llorar.
Canta con la garganta herida por el tiempo
que tu esperanza dormida dejó.
No oculten tus gritos, la dulzura de su canto,
la ternura de tu voz.
Arranca de alguna nube,
el pensamiento que el día alejó.
Al viento he tirado mi cariño,
a esa nube amarga que te  ha comido el corazón.
¿Te ha escurrido su gemido?
¿Es por eso que no cantas cielo mío?
¿Por aquella nube que oculta el sol?
Canta mi cielo,
porque más temprano que tarde,
el día claro ciega me dejó.